Combina ilustración e integración gráfica para reflejar la brutalidad del thrash metal. Se creó una ilustración principal con un guerrero espartano rodeado de cráneos y ruinas, evocando guerra y caos. Luego, en la maquetación, se posicionaron estratégicamente el logo, los títulos, la lista de canciones y la fotografía de los integrantes.

El fondo se diseñó en una sola tinta negra, utilizando una impresión en escala de grises para dar profundidad y textura. Destaca el uso del rojo puro, un color clave para la identidad de la banda, que resalta sobre el fondo monocromático y enfatiza la agresividad del concepto. La combinación de estos elementos da como resultado un digipack visualmente impactante, alineado con la intensidad y crudeza del álbum.